Firenze en Atenas: Todo bien pero…

Tres cosas importantes que decir para iniciar: Firenze significa Florencia en italiano, lo que nos habla del tipo de gastronomía del restaurante de que les cuento hoy; esta entrada del blog no es patrocinada y la tercera se me olvidó.

Dicen que una forma de mantenerse motivado o feliz es viajar y conocer nuevos lugares. Por eso un sábado reciente fuimos desde San Rafael de Heredia, hasta el cantón de Atenas: El propósito del viaje era disfrutar el camino y almorzar en Firenze.

Antes de la visita nos llamó la atención su local, situado en la carretera vieja entre Atenas y Orotina. Es lo que Drew Scott y Jonathan Scott llamarían de concepto abierto, una gra terraza, con algunas mesas incluso a la sombra de árboles.

La atención resultó buena en todo momento; amena, atentos a las solicitudes que hicimos y no tuvimos que esperar para que nos volvieran a ver.

Platos principales

Las pastas y las pizzas son lo primero em lo que pensamos en un restaurante italiano, por eso mi esposa y yo le apostamos en primer lugar por una pasta “Gamberetto” (¢6.800). 

Imaginen tomar camarones, dorarlos en mantequilla, ponerles alcaparras, saltearlos co una pasta tipo fettuccini. Cuando están listos se sirven el plato y se les pone como toque final perejil y láminas de queso parmesano.

No defrauda ni el tamaño de la porción, ni la cantidad de camarones ni el precio. Me parece más que justo lo que se paga vrs lo que se recibe. El sabor del plato está bien, los camarones con mantequilla siempre combinan y el queso cierra ese círculo de sabores.

¿Es el mejor plato de camarones con mantequilla y pasta? No, definitivamente todo en la vida puede ser aún mejor (como este blog y periodista, pero es lo que hay) y ese es el caso de la pasta Gamberetto. 

¿Vale la pena probarla? Yo le diría que sí en el tanto usted disfrute de alguas pastas básicas italianas como ajo y aceite de oliva o al pesto. Si para usted lo rico es una pasta tipo Alfredo o de salsa de tomate con carne, mejor apueste por otra opción del menú.

El segundo plato fue de ravioli en salsa blanca (¢7.000). La porción fue igualmente generosa, eso hay que destacarlo. En algunos restaurantes de verdad que unno duda e pedir este tipo de platos porque te sirven cinco unidades de ravioli y tampoco so tan grandes.

Los raviolis de Firenze están rellenos de espinacas y queso ricotta, no sé si tienen más pero el día que fuimos era la única opción. La salsa blanca me agrado, estaba cremosa, en un punto de sal agradable y abundante como para que cada ravioli tuviera un poco.

Tras disfrutar de este plato solo me quedó la sensación de que la salsa opaca el sabor del relleno del ravioli. No estoy seguro y no quiero batear, pero al final mi sensación fue que comí pasta fresca en salsa blanca y no una pasta rellena. Habría que probarlos en salsa de tomate o pesto y ver si ocurre lo mismo.

Entrada

Una clásica entrada para los ticos al ir a un italiano: Focaccia. Como suele ocurrir en Costa Rica, lo que nos ofrecen se parece más a una galleta que a una focaccia ya sea pugliese o la genovese, que son más bien gruesas. 

Pero no es culpa de Firenze sino de alguien que hace muchos años nos vendió la idea a los ticos que solo así son las focaccias, casi como una galleta. Al menos su precio es competitivo ¢3.800.

Si me pregunta si les recomiendo visitarlos, la respuesta es sí. El viaje al lugar es lindo, la ubicación del restaurante también, los precios son más que razonables, no tiene “guachimán” pero sí un buen parqueo y el menú tiene variedad.

Firenze se encuentra 100 metros al este del MaxiPalí de Atenas. Abre de miércoles a domingo, de 12 mediodía a las 9:30 pm. En redes sociales aparece como Firezecr y tienen el teléfono 6294-7630.