Explorando Nodally: Un viaje gastronómico entre Corea y Japón

En nuestra búsqueda por nuevos lugares para reseñar, decidimos visitar Nodally, un restaurante coreano-japonés ubicado en el famoso bulevar de Rohrmoser en San José. Esta vez, la elección fue de mi esposa, quien había escuchado comentarios sobre el lugar y quiso probarlo. Así que, en nuestro afán por alternar propuestas, terminamos visitando este sitio que mezcla dos cocinas asiáticas con enfoques muy distintos.

El lugar tiene un estilo casual y agradable, con algunos detalles decorativos en madera y otros que hacen referencia a esa combinación entre la gastronomía coreana y japonesa. Hay un área equipada con extractores de aire, donde se ofrece la popular parrillada coreana que tanto está de moda. No es un restaurante lujoso, pero resulta cómodo y apto para diversos públicos: familias con niños, parejas jóvenes y adultos mayores.

El menú en Nodally es más bien compacto, algo que yo prefiero en lugar de esas cartas eternas que ofrecen cientos de opciones. Aquí se enfocan en lo que hacen bien, desde entradas como el clásico edamame al vapor con sal, pollo frito coreano o el famoso kimchi, hasta platos fuertes que van desde sushi y ramen hasta sopas coreanas y parrilladas.

Nosotros comenzamos con un plato seguro: unas empanadas o gyozas rellenas de cerdo y otros ingredientes, que pueden pedirse al vapor o fritas. Optamos por la versión frita porque, seamos honestos, suelen saber mejor así. La textura crocante y el relleno bien sazonado con un toque de salsa de soya fueron un buen arranque.

Como primer plato fuerte, pedimos los tradicionales fideos japoneses udon, que se caracterizan por ser gruesos y bien diferentes de los fideos comunes. Los sirven salteados con vegetales como brócoli, zanahoria, repollo morado y verde, y semillas de sésamo. Se puede elegir entre lomito o pollo, y nosotros fuimos por el lomito. El plato, con un precio de 9.900 colones más 10% de servicio, ofrecía un sabor agradable, ligero y bien equilibrado entre la carne, las verduras y una sutil salsa que armonizaba todo.

Luego llegó el plato más desafiante de la noche: Sundubu. Esta sopa coreana se describe como una sopa de tofu suave con mariscos y cerdo. Al probarla, descubrimos que su sabor es bastante particular y que su ingrediente principal, el tofu, es lo que define la experiencia. El caldo tenía un buen sabor a mariscos, aunque suave, e incluía dos camarones jumbo, mejillones, trozos pequeños de cerdo, cebollín y cebolla. También viene acompañada de una taza de arroz al vapor, kimchi y otros vegetales en porciones pequeñas.

El precio de la Sundubu es de 15.900 colones más el 10% de servicio, y definitivamente no es para todo el mundo. Hay que gustar mucho del tofu para disfrutarlo plenamente, porque es el ingrediente principal y su textura es abundante en relación con el caldo. Sin embargo, para quienes aman la comida coreana auténtica, este plato puede ser un manjar.

La atención fue buena. Nos atendió un salonero atento y jovial, que explicó claramente el menú y resolvió nuestras dudas sin ser insistente o molesto. Además, el lugar ofrece estacionamiento al frente, lo cual siempre es un alivio.

En conclusión, Nodally es un buen lugar para quienes desean probar algo diferente sin salir de la ciudad. Aunque no es un restaurante de lujo, cumple bien con su propuesta de gastronomía coreano-japonesa en un ambiente relajado. Si se anima a probarlo, puede encontrarlos frente a la segunda etapa de Plaza Mayor, sobre la carretera principal. Sus horarios son de lunes a viernes de 12:00 p.m. a 3:00 p.m. y de 6:00 p.m. a 9:00 p.m., sábados y domingos de 12:00 m. a 7:00 p.m., y cierran los martes. Puede contactarlos al teléfono 2220-0707 o al WhatsApp 7100-5019.

En redes sociales no son muy activos, pero están en Facebook como NodallyCR y en Instagram como @nodallycr, aunque solo tienen una publicación. Así que, si busca fotos y recomendaciones, mi mejor consejo es que vaya y lo pruebe por usted mismo.