A lo largo de mis años con este blog, he tenido el gusto de escribir sobre el Restaurante Español Estación Atocha en diversos momentos. Siempre es un placer hacerlo, porque entre sus paredes he disfrutado de platillos memorables, he bebido del vino que detiene las agujas del reloj y he tenido conversaciones de esas que no se olvidan.
Por lo anterior, me resulta tan fácil recomendarles a ustedes, que están leyendo este blog, que los visiten y los conozcan. Y si ya han pasado por su mesa, entonces les invito a regresar.
No voy a venir a decirles que es el mejor, el único, el auténtico español o esas frases cajoneras de mercadeo. Ellos no necesitan eso porque Estación Atocha Don Bosco, en el famoso barrio josefino, tiene en sus platillos la mejor publicidad.
En su carta hay desde platos que son obligatorios en un restaurante de gastronomía española, como la paella o el pulpo a la gallega, lo mismo que esas joyas de la gran España que en ocasiones se conocen menos.
Justamente ese fue el propósito de esta visita, el de conocer y recomendar un par de opciones que quizás son menos conocidas por los comensales ticos, pero que bien merecen ser descubiertos.
Llauna
María José Guzmán, anfitriona y valiente empresaria que lleva el restaurante en complicidad con su familia desde hace varios años, nos recomendó un pescado que no dudó en comparar en sabor y calidad con algunos muy populares: El bacalao.
Posiblemente a usted le pase como a muchos, que escuchamos el nombre de ese pescado y de inmediato nos trasladamos a recetas de Semana Santa. Sin embargo, la propuesta de Estación Atocha es muy distinta; se trata del bacalao a la llauna.
Llauna hace referencia al sartén o bandeja donde se cocina. La base del plato es una cama de papas en rodajas, bañadas en una salsa cremosa. Sobre esta se coloca un trozo de bacalao, una carne suave y blanca que se corona con salsa de tomate natural, cebolla y finalmente con alioli.
Con todo junto, se pasa al horno donde se gratina y le da un hermoso acabado al alioli y un sabor particular al plato en general.
El ingrediente estrella del plato es, desde luego, el bacalao. Uno descubre un pescado visualmente agradable, con una textura agradable, pero lo más importante es el sabor: Ese característico sabor de los peces de agua salada que incluso solo con sal sabría muy bien.
Desde luego, tiene algunos secretos para que el resultado sea aún mejor. Uno es esa salsa cremosa, delicada en el paladar y que junto con la papa contrasta ligeramente con el bacalao.
Por otra parte, la salsa de tomate le da una acidez ligera y combinado todo, incluido el alioli, se tiene una receta ganadora. No está de más decir que es un plato lindo visualmente, con ese toque que le da la llauna donde se sirve.
Fabada
Es un plato tradicional de Asturias y se elabora con faba (que aquí me permito una licencia de bloguero para decir que es un pariente de lo que conocemos como frijoles), chorizo español y morcilla.
Es de esos guisos que a base de tomate, una buena grasa (la del chorizo y el aceite de oliva) y una cocción lenta logra un sabor intenso, profundo, reconfortante.
En Estación Atocha nos explicaron que no siempre es sencillo comprar fabas, y en ocasiones hacen algunos ajustes usando una judía blanca distinta. El resultado es igualmente bueno.
Este es el plato ideal para esas noches de lluvia, para esos días en que uno ya se cansó de comida rápida y quiere sentirse “chineado” por la comida. El chorizo español le aporta un sabor intenso por demás, y la morcilla se la puede dejar si les gusta o no. Yo, por más que lo sigo intentando, no soy fan de este ingrediente.
Champiñones al Jerez
Una entrada distinta al pulpo a la gallega tan tradicional, entre muchas otras tapas, es el plato de champiñones al jerez.
Podría parecer algo sencillo, champiñones que se saltean con este vino fortificado. Pero al probarlos uno siente que este licor le aporta sabores muy distintos. Para entender el por qué hay que entender qué es el Vino de Jerez. Se toma la tradicional bebida hecha con uvas, luego se le añade tradicionalmente brandi.
A ese proceso se le conoce como fortificar el vino y al final se logra un sabor muy intenso. Ese sabor es justamente el que se impregna en los champiñones. En la cocción, el licor se evapora, dejando solo ese “perfume” en los alimentos.
Postre
Tal vez unos churros no parezcan lo más original o algo que no se ha probado nunca por estas latitudes. Sin embargo, es sabido por quienes incluso nunca hemos estado en España que una tarde-noche con un café español con churros y chocolate es tan usual como por acá el café con pan dulce por las tardes.
Por eso fue la recomendación de María José Guzmán Mora para cerrar una cena de 4 tiempos en la estación que promete llevar al comensal por un tour gastronómico español.
Conclusiones
Soy completamente parcial en este texto. Sencillamente disfruto mucho de este restaurante y sí, bien sé que como cualquier otro lugar puede que tenga días no tan buenos (como los tenemos todos), pero si alguna vez pasó, lo rico de una siguiente visita me hizo olvidarlo.
Visitarlos es además una visita al buen gusto. En sus rincones, uno encuentra obras de artistas de la talla de Rafa Fernández (otro de mis favoritos en la vida) y la casa donde se encuentra es obra de un arquitecto español, el catalán Luis Llach Llagostera.
Tomando una información del periódico La Nación, nos enteramos de que: “En esa casa azul, reconstruida y restaurada recientemente como parte de un proyecto gastronómico que contempla remozar las viejas residencias de ese bucólico barrio capitalino, vivió la familia formada por don Gerardo López Varela y Pepita Escarré Cruxent, hija de don Antonio Escarré Figueres y Leonor Cruxent, todos catalanes. Es una vivienda neoclásica construida y diseñada en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, por el arquitecto Llach Llagostera, responsable también del diseño del edificio de Correos y Telégrafos de Costa Rica, la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, así como otras edificaciones en Costa Rica, Colombia y Nueva York.
”En esa casa azul nacieron los hijos de los López Escarré: Roberto, José Luis y Antonio. José Luis (1941-1996) fue un destacado pintor que estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica (UCR) y en la Real Academia San Jorge, en Barcelona, España (1968-1969); mantuvo una estrecha relación artística con su maestro Manuel de la Cruz González Luján (1909-1986), quien influyó significativamente en sus primeros trabajos. En 1989 se le otorgó el Premio Nacional de Pintura; además, la galería del Teatro Nacional lleva su nombre”, La Nación, 26 de setiembre, 2021.
Detalles
Ellos abren todos los días, al mediodía y de ahí hasta que la última botella de vino se acabe. Pueden llamar al 2220-0207 para hacer reservaciones. Están ubicados en La Iglesia Don Bosco 100 metros al oeste, frente al Hotel Grano de Oro. La propiedad donde se encuentra cuenta con un parqueo público compartido con otros locales.
En redes sociales los encuentran como @estacionatocha_donbosco para Instagram y en Facebook @restauranteestacionatocha.
Por último, ellos no tienen sucursales, si no es el Estación Atocha de barrio Don Bosco, no estamos hablando de lo mismo.