Spuntino: La magia está en la simplicidad

Recuerdan la frase “menos es más”, muy popular en muchas circunstancias. Bueno yo creo que en esta entrada del blog en la que les hablo del restaurante italiano Spuntino Cibi e Vini, en Tres Ríos, es un buen momento para tenerla presente.

El resumen ejecutivo es: El restaurante tiene una oferta de platos apetitosos, tradicionales, el lugar es acogedor y nos recuerda que la comida italiana auténtica es aquella donde la magia está en la simplicidad. En concreto: ¡vaya y pruebe!, se lo recomiendo.

Si es de los que les gusta conocer el por qué, la letra pequeña o la historia completa, entonces lo invito a seguir leyendo.

Ahí está el detalle

El restaurante abrió en febrero del 2020, justo unos días antes de la oficialización del Covid en Costa Rica. Estoy seguro que no resulta difícil imaginar que la han pasado como casi todos en el país: con altibajos.

Lo bueno es que su propietario Brian Solís sabe trabajar duro y no tirar la toalla. Él es quien cocina, tiene 20 años de trabajo en restaurantes, muchos de ellos en Canadá.

En el extranjero aprendió los secretos de la cocina italiana. Los fogones de restaurantes italianos, que eran visitados solo por italianos, fue su universidad y aunque no fue fácil él sacó la tarea y con creces (si se me permite decirlo).

Por eso es que no cuesta mucho entender por qué la comida de este restaurante – que podría pasar un poco desapercibido por no estar en Lindora, Escazú o barrio Escalante – es tan buena como para recomendarla y querer repetir la experiencia.

Probar algo nuevo

Me gusta probar platos nuevos, sino ¿cómo podría ampliar mis gustos y hasta conocimiento gastronómico?. Por eso decidí probar la ensalada de rúcula (¢4.900 ii).

Personalmente, y luego de probarla de unas 10 maneras distintas, puedo decir que la rúcula no me gusta. Sin embargo quise darle una oportunidad más y esta vez resultó una sorpresa grata.

La cama de esta planta era abundante. Estaba bañaba por una vinagreta cítrica que le cambió su amargor esperado. Donde empieza a sentirse ese contraste interesante fue cuando llevaba a la boca las nueces confitadas y trozos de pera fresca que le acompañan. Adicionalmente tiene lascas de queso parmesano reggiano.

El resultado es que con cada mordisco se vive un poco el amargor de la rúcula, pero luego llegaba la pera y las nueces confitadas para poner balance en el paladar y por su parte la vinagreta nos recuerda que el ácido del limón va muy bien cuando hay extremos como el amargo y el dulce.

Mención aparte merece el cóctel que me preparó el chef. Pueden ver la foto. Es un bellini que con su dulzor, sabor frutal y burbujas fue de maravilla con la ensalada.

Esta bebida se elabora tomando puré de alguna fruta, principalmente durazno y mezclándolo con vino blanco. Luego se le añade prosecco (vino espumante italiano) y se disfruta.

Entrante

Por recomendación de este chef sancarleño la entrada fue un plato de camarones y calamares fritos o como reza el menú: Frittura Mista (¢6.500 ii).

Un clásico para empezar una cena, los calamares fritos son muy usuales en distintas gastronomías. Los de Spuntino Cibi e Vini tienen tienen la peculiaridad que están cubiertas de sémola (trigo pero sin llegar a ser la harina que conocemos como harina fina) y solo ese detalle les da un toque especial, al menos eso sentí.

Calamares, camarones y una buena copa de vino blanco.

Estos se acompañan con un alioli picante, que si bien es ligeramente picosito, solo realzan el sabor. No obstante, si a usted no le gusta el picante para nada, entonces puede disfrutarlos tal cual y le aseguro que le encantarán.

Los camarones no se envuelven en la sémola, se fríen tal cual y hacen un buen dúo con los calamares.

Pasta

Cuando a Brian Solís se le pregunta por la cocina italiana le brillan los ojos y muy posiblemente debajo de su mascarilla tiene una enorme sonrisa.

Él es de ir directo al grano, sus respuestas son acertadas y no necesita largas explicaciones, por eso cuando le pregunté ¿cuál es el atractivo de la gastronomía italiana? no tuvo que pensar la respuesta.

“La simplicidad en su elaboración. Preparar un plato con pocos ingredientes y con mucho amor siempre tiene buen sabor como resultado”
Brian Solís, chef

La belleza y sabor de lo simple pero hecho con amor,

Para el cierre de la visita le pusimos a prueba su propia filosofía. Buscamos lo más básico en cuanto ingredientes y con eso esperamos un plato de gran sabor: Spaghetti al pomodoro fresco (espaguetis en salsa de tomate fresca) ¢4.600 ii.

Los ingredientes son sencillos: tomate pera, albahaca fresca y queso parmesano reggiano y desde luego la pasta seca.

La porción es generosa, la salsa tiene ese balance que a mi me parece adecuado, en el que no tiene toda la acidez completa del tomate, sin que se transforme en una salsa dulce. El queso se nota que es de calidad (no de esos supuestamente “parmesano” que te venden a ¢1.000 los 5 kilos), lo que junto con la albahaca hacen una experiencia muy agradable para el comensal.

Si se preguntan por qué pudiendo seleccionar opciones como pasta Paccheri Allo Scoglion (pasta con mariscos en salsa de vino blanco con tomate Cherry) o un jugoso trozo de carne de res (yo sé que en ocasiones lo olvidamos pero, los italianos tienen una gran tradición de prepara buena carne a la parrilla y quien lo dude que busque en google a Dario Cecchini) al final me decidí por un plato tan básico.

Por algo tan sencillo como que cuando se tienen pocos ingredientes es difícil disimular o un mal producto o una mala técnica de cocción. Y mi experiencia resultó muy buena, estoy seguro que cuando regrese, por placer junto con mi esposa, cualquier plato que pida merecerá la pena.

Ojalá y esta nota los motive o al menos les despierte la curiosidad por ir. No esperen encontrar los lujos sobrevalorados de algunos restaurantes de Escazú, no crean que tendrán listas o filas de espera de días u horas como en jardines de olivos que nada o poco tienen que ver con la auténtica comida italiana.