El éxito también trae algunos problemas que resolver. Eso siento que es lo que le ocurre a Los Jardines Vivero y Café, en Grecia, Alajuela.
Este es un lugar hermoso para ir a almorzar, tomar café o una cena muy temprana, está en una propiedad de 1200 metros cuadrados con mesas en medio de áreas verdes o bajo techo.
La decoración es muy llamativa, hay un uso de colores muy llamativos, decoración con artículos reutilizados como bicicletas, restos de Volkswagen combi y escarabajo, motocicletas y un montón de artículos más.
En especial se aprovechan de los espacios al aire libre para crear muchos posibles puntos dónde disfrutar de la comida del lugar. Es de esos restaurantes donde no solo se va por el lugar, sino por la experiencia, por el paseo dominical.
La comida
En Los Jardines la oferta gastronómica es pequeña pero balanceada. El menú tiene seis entradas con precios entre los ¢2.475 i.i. y los ¢5.940 i.i. Ofrecen ceviche de estilo peruano, empanadas, ensalada y focaccia entre otros.
Los platos fuertes son nueve. Algunos tradicionales como los casados, pasta, hamburguesas o salmón, con precios que van desde los ¢5.060 i.i. y hasta los ¢9.350 i.i.
Hay otras opciones como platos vegetarianos, crepas saladas, paninis y menú para niños. Además de opciones que solo están disponibles por las tardes, como tortillas aliñadas.
En esta visita decidimos no probar las entradas, porque queríamos disfrutar de un buen postre. Por eso la elección fue un filete de corvina al ajillo, acompañado de puré de papa y vegetales salteados ¢7.260 i.i. y un panini de rib eye ¢5.830 i.i.
Del pescado me sorprendió su tamaño, realmente era grande y siendo corvina como indican en el lugar, me pareció una buena relación precio-producto.
El pescado tenía un buen sabor, el ajo le va muy bien, aunque para mi gusto la cantidad que le pusieron es demasiada, hasta mi esposa que es una gran fan del ajo me comentó que incluso a ella le parecía mucho.
Podría ser que fuera a mi al que le tocó uno con mucho ajo o que así sea siempre, no lo sé. En todo caso creo que para gustos los colores. Sus guarniciones muy bien, el puré sabe bien, tenía una temperatura agradable al comerlo.
En cuanto a los vegetales, estos eran salteados con vino blanco y aún se sentían crocantes, lo que habla de la frescura.
En cuanto al panini de rib eye este viene en su interior con una generosa cantidad de cebollas caramelizadas en salsa barbacoa. La carne y las cebollas estaban bien, según me detalló mi esposa (porque yo jamás comería un emparedado con esa cantidad de cebolla), solo me dijo que le parecía que el pan estaba muy suave, que si lo tostaran la experiencia sería mejor.
El postre
Las opciones son desde una copa de helado, hasta clásicos como la torta chilena, pie de limón, cheesecake, pie de manzana y algunos que solo están disponibles por temporadas. Los precios van de los ¢1.650 i. i. a los ¢4.235 i. i.
Nuestra elección fue el cheesecake ¢2.420 porque la promesa era que se trataba de una versión artesanal. El postre se veía muy bien, era acorde para su precio (de nuevo, una buena relación precio-producto) y su cobertura de frutos rojos le daba un aspecto muy agradable.
La textura estaba buena, la salsa acompaña bien, porque contrastaba los sabores. Sin embargo se notaba que estuvo en un frigorífico con otros alimentos y eso le da un sabor no tan agradable, como a guardado dicen algunas personas.
La experiencia
Les cuento que fui recientemente, el domingo 25 de setiembre para ser exacto. Tiene un gran parqueo, que es algo bueno para quienes tienen carro.
De inmediato me sorprendió la demanda del lugar. Ellos abren a las 11:30 a. m., nosotros llegamos a las 11:55 a. m. y tuvimos que esperar 30 minutos para ingresar al restaurante.
Lo que me pareció extraño es que el ingreso lento no se debía a falta de mesas, sino a lo que duran en la cocina preparando los alimentos. Esa fue la respuesta de la persona que muy amablemente lo recibe a uno.
Luego tuvimos que esperar unos 30 – 40 minutos más hasta que llegó la comida a la mesa tras ordenarla.
Sin ser yo experto en flujos en restaurantes, me parece que hay un cuello de botella. O la cocina es muy pequeña en equipos y personal y por eso duran tanto en sacar las comandas (término que usan en los restaurantes para los pedidos de los clientes); otra hipótesis que desarrollamos mientras esperábamos la comida fue que tal vez el personal de cocina es lento.
Una tercera posibilidad es que fueron muy ambiciosos y tienen una cantidad de mesas que no es proporcional a sus capacidades de cocina.
Ojalá que mejoren ese detalle, porque el lugar es en realidad lindo y se lo recomendaría a cualquiera. Puede ser que aún estén en la curva de aprendizaje, porque abrieron hace un año, primero como café y luego como restaurante.
Y si está pensando en por qué uno no reserva para evitar las filas, ellos no tienen reservaciones.
También es importante decir que todo el personal es muy atento, eso hace la experiencia agradable.
Los Jardines Vivero y Jardín está a unos 150 metros al oeste y 25 metros al norte de los Tribunales de Justica de Grecia. Lo mejor es usar Waze, porque la verdad esa dirección se las estoy compartiendo según mi gps interno.
El lugar está abierto de martes a domingo de 11:30 a. m. a 6:30 p. m. El teléfono es 2495 0707 y sus redes sociales son Facebook e Instagram, en ambas aparecen como @losjardinesgreciacr
Un par de detalles extra, no se pueden hacer fotos con cámara, solo con celular salvo autorización previa. Además, se prohíben las escenas amorosas.