Con la participación de 63 jóvenes finalistas, y tras la realización de 30 presentaciones, 15 de canto y 15 de baile, la edición 2023 del Tour Chiky eligió a los mejores artistas juveniles de este año. La final se llevó a cabo este 22 de julio en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños.
La ganadora del Tour Chiky 2022 Ashley Lobo volvió a deslumbrar en el escenario convirtiéndose por segunda vez consecutiva en la campeona de canto con la balada “Oye” de Beyoncé. “La verdad es que yo no pensé que iba a volver a ganar, me fui por una balada porque en esta edición vi la competencia muy difícil, entonces tuve que elegir lo mejor para poder ganar”, comentó la ramonense de 15 años.
En la categoría de baile, el equipo ganador fue la agrupación de chicas llamado MVM, de la academia DEC Dance Studio Creativo, quienes audicionaron de manera virtual. “La oportunidad de participar en el Tour Chiky fue increíble, nos ayudó a unirnos aún más como grupo. Para las personas que quieran participar en futuras ediciones les recomendamos que se esfuercen mucho, que todo lo hagan con corazón, y si es algo que aman, métanle al 100% todo su esfuerzo”, añadió Kenisha Thompson, una de las siete participantes de la agrupación, todas oriundas de San José: Mariam Mata, Camila Chaves, Daniela Ramírez, Arianna Quirós, Valentina Araya y Montserrat Campos.
Como explicó Seidy Delgado Lepiz, Gerente de Mercadeo de POZUELO, el Tour Chiky, persigue ante todo empoderar a los jóvenes a través del arte como forma de expresión e incentiva su participación dentro del sistema educativo formal en un certamen artístico a escala local y nacional que les permite desarrollar habilidades y destrezas personales como la dedicación, el compromiso, la disciplina y la autoconfianza.
Como parte del proceso de selección, este año se visitaron 15 colegios de donde salieron la mayoría de los participantes de la final. Adicionalmente, se eligió a dos finalistas, uno por la categoría de baile y otro por la categoría de canto, entre un grupo de artistas juveniles que participaron a través del envío de videos que debieron ser seleccionados por el jurado.
Durante las visitas a los 15 colegios seleccionados, los organizadores compartieron con más de 9.500 estudiantes y se contó con la participación de más de 250 jóvenes, lista que se redujo a 63 seleccionados y finalmente a sólo 30 competidores que se presentaron en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños.
Los finalistas del Tour Chiky venían de centros educativos de diversos puntos del país como: San José, Guadalupe, Alajuela, Naranjo, Cartago, Desamparados, Heredia, Grecia y San Ramón, entre ellos, estaban los colegios Monseñor Sanabria, Anastasio Alfaro, Liceo de Atenas, Colegio de Naranjo, Colegio Braulio Carrillo, Liceo de Paraíso de Cartago, Colegio Jose Albertazzi, Colegio Técnico Profesional de Granadilla, Liceo León Cortez, Liceo Julio Acosta, Liceo J.J. Vargas Calvo, Liceo Samuel Sáenz y Colegio Elías Leiva.
Para Delgado, una de las motivaciones más fuertes de la realización del Tour Chiky es brindarle a la juventud espacios para elevar su resiliencia y capacidad para afrontar situaciones de su vida reforzando sus capacidades y talentos, algo especialmente importante en una coyuntura particular como lo es la adolescencia.
Por ejemplo, el estudio multicéntrico denominado OLA (Building resilience and resources to reduce depression and anxiety in young people from urban neighborhoods in Latin America)[1], efectuado con personas jóvenes de ciudades latinoamericanas (Bogotá, Lima y Buenos Aires); señaló que factores como el nivel socioeconómico, la calidad de vida en el hogar y las relaciones con los demás predisponen a los jóvenes y adolescentes a un mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales. En este sentido, uno de los temas más frecuentes que surgieron sobre el papel de las actividades artísticas en relación con la salud mental, es la capacidad de comunicar emociones y pensamientos a través de las artes.
El estudio demostró que las expresiones artísticas les permitían a los jóvenes desahogarse o descargar sus preocupaciones o pensamientos negativos. En algunos casos, les ayudó a superar ciertas dificultades que tenían para reconocer y expresar verbalmente sus sentimientos.