Mediante aportes de empresas patrocinadoras, la organización Banco de Alimentos de Costa Rica ha incrementado el número de ayudas a personas beneficiarias. Con estos recursos la institución ha podido incrementar su población beneficiaria en +45.000 personas. Gracias a estos recursos del sector privado, el Banco de Alimentos, en el último cuatrimestre, ha conseguido recolectar un aproximado de 370 toneladas de productos alimenticios y de primera necesidad por mes en favor de grupos en desventaja social.
El Banco de Alimentos opera en 62 de los 83 cantones del país y anualmente entrega más de 3.000 toneladas de alimentos y productos de primera necesidad a poblaciones vulnerables entre las que se cuentan niños, adultos mayores, poblaciones indígenas, personas refugiadas, mujeres en riesgo social y personas en rehabilitación o situación de calle, entre otros.
De acuerdo con Francia Linares Orozco, directora ejecutiva del Banco de Alimentos, a través del trabajo realizado en más de tres cuartas partes del territorio nacional, se contribuye al cumplimiento del segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS): “Hambre cero”. El esfuerzo de llevar alimento a los más desfavorecidos, de acuerdo con Linares, es especialmente importante dado el incremento en el costo de los alimentos sufrido luego del periodo de post-pandemia y combinado con altos índices inflacionarios nacionales y globales.
Valiosos aportes de Musmanni
Una de las empresas donantes que ha incrementado sus aportes al Banco de Alimentos ha sido FIFCO, quien a través de la línea de negocio de las panaderías Musmanni ha impulsado un proyecto especial denominado “Ayudar es Pan Comido”, con el cual, durante los meses de febrero, marzo, abril y mayo han aportado ₡6.400.000 gracias a la donación de un porcentaje del valor de la venta de pan realizada en las tiendas de la cadena de panaderías.
Para Maria Pía Robles, directora de Relaciones Corporativas de FIFCO, el aporte realizado a la organización Banco de Alimentos es una muestra del impacto positivo a la sociedad que puede alcanzar el sector privado cuando establece sinergias con organizaciones sociales en favor del bienestar de las personas que se encuentran en situación de riesgo social.
El Banco de Alimentos de Costa Rica funge como un catalizador que utiliza las donaciones de empresas privadas para asignar alimentos y productos de primera necesidad a organizaciones sociales y comunitarias como Centros de Cuido Infantil, Hogares de Adulto Mayor, Centros de Rehabilitación de población en situación de calle o fármaco dependencia y comedores comunitarios.
De acuerdo con datos de Diciembre, 2022, entre los grupos beneficiarios del Banco de Alimentos, se encuentra la población infantil 14,531 personas (35%), población variada 8,763 personas (21%), familias 8,069 personas (19%), adultos mayores 2.460 personas (6%), y otras 8279 personas que incluyen un heterogéneo grupo que incluye refugiados, poblaciones autóctonas en necesidad, personas en rehabilitación y mujeres en desventaja social, entre otros (20%).