Marisquería San Juan: Las mesas llenas son su mejor crítica y publicidad

Podría venir aquí y decir mil cosas buenas o lo contrario de la Marisquería San Juan. Sin embargo, hay algo que es irrefutable por encima de todo eso: las mesas llenas del lugar hablan de que a muchas personas les gusta la comida de este restaurante en Santa Bárbara de Heredia.

Lo visitamos recientemente, un domingo al almuerzo, y estaba lleno casi en su totalidad. No sé exactamente cuántas mesas tiene, pero sin dudarlo son más de 20. De hecho, desde afuera no parece tan grande como cuando uno entra y se da cuenta de que es un local con mucha profundidad.

Como lo dije en el pasado, cuando hablamos de restaurantes donde los mariscos son el ingrediente principal, me gusta diferenciar entre las marisquerías tradicionales “criollas” y los restaurantes donde la técnica en la cocina es muy buena y los mariscos son su instrumento para expresar la creatividad.

San Juan es de las primeras. De esas donde sabés, sin necesidad de ver el menú, que vas a encontrar arroz con camarones, camarones con arroz, diez versiones distintas de un filete de pescado, mariscadas a elegir y pescados enteros con precio por peso.

Ceviche

Este apartado clásico de una marisquería criolla incluye el de pescado, el de camarón, el mixto (camarón con pescado), chuchecas y cóctel caribeño. Los precios van desde ¢3.600 por el de pescado pequeño hasta ¢6.400 por el de chuchecas grande.

Le apostamos al clásico y tradicional ceviche de pescado. La porción pequeña tiene un valor de ¢3.650 y la grande de ¢4.500. Bien por ellos que usan esta técnica de venta donde uno dice: “es tan poca la diferencia de precio entre la versión pequeña y la grande que bien vale la pena el segundo” y así suben el tiquete promedio.

La versión San Juan de este clásico incluye, junto a los trozos de pescado, cebolla morada en julianas, un poquito de culantro (porque ya sabés que es bueno pero no tanto), cuadritos de tomate y, por supuesto, las famosísimas galletas Soda, las que para muchos son necesarias junto a este plato.

La porción es la estándar de este plato. Les podría decir que el jugo de limón tenía un sabor singular; imagino que podría ser porque usan alguna técnica para reducirle su acidez, pero en general es de buen sabor.

Filete de pescado

Conté en el menú 14 opciones distintas del plato de filete de pescado: empanizado, empanizado con salsa tártara, a la mantequilla, a la plancha, al ajillo, meunière (mantequilla, perejil y limón), jalapeño, caribeño, con hongos en salsa de tomate, con hongos en salsa blanca, con crema de espárragos, filete Princesa, filete Monteverde, al aguacate y el San Juan.

Los precios van desde ¢4.900 por el filete empanizado con casado hasta ¢6.600 por el filete Princesa.

Entre tanta opción uno puede sentirse abrumado (¿sabían que en temas de comportamiento humano existe algo que se llama ansiedad por la toma de decisiones o estrés decisional?), por eso agradecimos la recomendación del salonero, quien nos sugirió el filete con camarones.

Este plato parte de la misma base que la mayoría: un filete de corvina empanizado, luego preparan unos camarones en una salsa que tiene tomate, chile dulce y cebolla. Como guarniciones incluye arroz blanco, ensalada rusa y papas fritas. ¢9.100.

Todo en este plato está bien en términos generales (más no espectacular): el pescado bien cocinado, el arroz siempre se ha dicho que es una buena guarnición, las papas fritas podrían ser frescas, pero ya sabemos que por temas de costos es mejor comprarlas congeladas, y la ensalada rusa siempre o casi siempre es bien recibida.

Tentáculos y texturas

Ya sabés que me da por pedir platos que parecen demandar más conocimiento del cocinero, de esos donde deben demostrar que manejan bien la técnica o el producto.

Por eso, en lugar del clásico pescado frito entero por peso o el infaltable arroz con camarones, le aposté al pulpo a elegir entre a la mantequilla, al ajillo o en salsa de tomate. ¢12.900.

No pregunté si era a la parrilla o en trozos, solo me dejé llevar por el hambre y por lo mucho que me encanta el pulpo.

Del arroz, las papas fritas y la ensalada rusa no hay nada más que agregar, pero del pulpo sí: estaba chicloso. Cuando le dije al salonero, él me comentó que suele decirle a los clientes que tengan en cuenta eso, que el pulpo es justamente algo chicloso.

Sin embargo, lo he probado de maneras tan deliciosas y con una consistencia mejor, que no me conformo con una explicación como esta. Desde luego que me lo comí, porque no es incomible, pero si ya has probado pulpo antes y sabés que, cuando está bien hecho, queda a la perfección, mejor no lo pidás y optá por algo más clásico de una marisquería.

Nos fuimos, eran cerca de las 4 p. m. y seguían llegando comensales, seguían teniendo mesas llenas, el parqueo estaba a reventar, y eso es la mejor publicidad que un restaurante pueda tener.

Los encontrás en Facebook e Instagram como @marisqueriasanjuan. Su teléfono es el 2265-4003 y la dirección a la tica es: San Juan de Santa Bárbara de Heredia, de la esquina noroeste de la plaza de deportes, 25 metros al norte. Imposible perderse, pero si tenés dudas, lo mejor es usar Waze o Google Maps.