El enólogo costarricense Erick J. Sandoval Solano, radicado en Barcelona, ha incorporado a su tierra natal, Costa Rica, a la lista de países a los que actualmente exporta. Tras el lanzamiento del vino en Costa Rica este otoño, Sandoval estará recorriendo el país, organizando eventos emergentes exclusivos para presentar su vino. Sandoval se formó como chef en Costa Rica, con un enfoque en ingredientes autóctonos, pero se inclinó hacia el mundo del vino después de mudarse a España.
El resultado es un vino diseñado para adaptarse a los sabores de la cocina costarricense.
“Quería hacer un vino que se ajustara a los sabores que amo cocinar. Me formé como sommelier en España, pero continué trabajando como chef, mostrando mi herencia a través de mi comida. Me costaba encontrar vinos que realmente funcionaran con esos sabores, así que cuando tuve la oportunidad de hacer mi propio vino, no lo dudé”.
“Trabajo de forma natural y trato de resaltar el sabor de la tierra donde crecen las vides, en el pueblo de Sant Esteve en Cataluña, – España. Es una zona agrícola increíblemente hermosa, ubicada a las afueras de Barcelona, con hierbas mediterráneas como el hinojo silvestre y el romero creciendo entre las vides. Mis abuelos eran agricultores de Cartago y aprendí de ellos a respetar la tierra, a trabajar con ella en lugar de hacerla trabajar para mí. Empleo esta misma ética para cultivar de manera sostenible, con el objetivo de obtener la mayor concentración de sabor y complejidad como la naturaleza me permite. Al mismo tiempo, mantengo el vino equilibrado, etéreo, pero lo suficientemente robusto como para acompañar la rica cocina costarricense”.
“Soy un apasionado de mostrar los sabores de Costa Rica y los ingredientes autóctonos desde que empecé a estudiar cocina en el 2012, en la Universidad Latina de Costa Rica. Incluso impartí una clase sobre el tema en el Culinary Institute of Barcelona – CIB.
Mi pasión puede haber comenzado incluso antes, ahora que lo pienso. Empecé a cocinar desde muy joven, aprendiendo mientras ayudaba a mi abuela en la cocina. Costa Rica tiene tantos ingredientes excepcionales y grandes tradiciones
culinarias que creo que merecen ser resaltadas y merecen un gran vino para acompañarlos”.