El sabor tan característico de la cerveza Heineken no es casualidad y el éxito de la fórmula de Heineken tiene una explicación desde su origen: está elaborada con Malta Pura.
Eso significa que el único cereal presente en su elaboración es la malta de cebada, sin contener otros adjuntos. La utilización de 100% malta en su receta asegura un producto de máxima calidad y proporciona un sabor equilibrado, insignia de Heineken.
De esta manera, la marca da a conocer su secreto para obtener el gran sabor característico de Heineken. Tal es así, que Malta Pura pasa a formar parte de su icónica etiqueta, además de estar presente en su empaque de forma global.
“La consistencia en el sabor y su calidad en más de 190 países son unos de las principales características por la cual nuestros consumidores eligen una y otra vez a Heineken. Y detrás de este sabor hay una cerveza elaborada con Malta Pura que sin duda la hace diferente. Nuestra cerveza sigue la tradición de los maestros cerveceros, quienes utilizan únicamente ingredientes naturales de altísima calidad, lo que asegura un producto perfectamente equilibrado acá y en cualquier parte del mundo.”, comentó Christian Elizondo, Regional Manager de Heineken en Costa Rica.
Heineken está compuesta por solo 3 ingredientes naturales, 100% Malta, Agua y lúpulo exportado directamente desde Holanda. Así mismo un pequeño pero importante detalle: la levadura tipo A, exclusiva de Heineken, que es la responsable del sabor único de Heineken y que da sutiles notas afrutadas desde 1873. Otra característica en la producción de Heineken es que se diferencia por utilizar tanques horizontales para darle la presión perfecta a su levadura única.
La calidad de Heineken toma su tiempo, 28 días para ser exactos. Por eso, nunca se apresura el proceso para fabricar la cerveza perfecta. Requiere de paciencia, pero para Heineken vale la pena: un sabor rico, en equilibrio, una claridad refrescante y un hermoso color dorado-amarillo. Finalmente, se embotella el producto en la icónica botella de Heineken. Su fundador Gerard Heineken presentó la botella verde en el año 1900, algo realmente innovador para la época.
Heineken solo usa los mejores ingredientes para poder disfrutar, alrededor del mundo, del mismo gran sabor y calidad.